Drew, joven y entusiasta, dirigía el canto por primera vez en una iglesia grande. Lois, que asiste desde hace mucho tiempo, quería animarlo, pero pensó que sería demasiado difícil alcanzarlo antes de que saliera de la iglesia. Pero luego vio una manera de serpentear entre la multitud. Lois le dijo a Drew: “Aprecio tu entusiasmo en la adoración. ¡Sigue sirviéndole!”
Mientras Lois se alejaba, se encontró con Sharon, a quien no había visto en meses. Después de una breve conversación, Sharon dijo: “Gracias por lo que haces por el Señor. ¡Sigue sirviéndole!” Debido a que Lois se había esforzado por dar ánimos, ahora estaba en el lugar correcto para recibir un estímulo inesperado.
Después de que Rut y su suegra, Noemí, abandonaron Moab y regresaron a Israel, recibieron una bendición inesperada. Ambas eran viudas y no tenían quien las mantuviera, así que Rut fue a recoger grano de un campo (Rut 2:2-3). El campo pasó a ser propiedad de Booz, un pariente lejano de Noemí. Se fijó en Rut, suplió sus necesidades y más tarde se convirtió en su esposo (2:20; 4:13). Rut recibió una bendición porque estaba en el lugar correcto en el momento correcto (2:11-23). A veces Dios usa encuentros inesperados para ofrescer bendiciones inesperadas.
Querido Señor, ayúdame a salir de mi camino para animar a otros, ya sea que reciba o no algo a cambio. El deseo de mi corazón es ayudar a otros en el camino a conocerte. Que yo sea Tus manos y Tus pies.
Fuente: odb.org
